miércoles, 28 de abril de 2021

Rosario Valcárcel

AL FIN ESTRENAMOS LAS SÁBANAS COLOR CARMESÍ.
Era abril. Se desató la ausencia,
rasgó el silencio de mi cama,
los labios de la sábana carmesí.
Acalló mi voluntad, su sollozo.

Igual que a Diana te sorprendí en el baño,
te reías, te mirabas firme y erecto, la carne
efímera nacía como tridente vencedor.

Impúdica, soñé cimas y ríos.
Cuerpos aglomerados se acarician,
se extasían, salpican mi espesura,
crepita el halo de tu fuego incandescente.

Cuánto ansío surcar tu virilidad, juntar
nuestros sentidos.
Tengo miedo de perecer
sin que seas testigo de mi vida.


No hay comentarios:

Publicar un comentario