miércoles, 17 de julio de 2024

Manuel Padorno

Luz tan lejana

Segué la gavia, aré la orilla
azul del mar, hendí la llama viva.
Contempla cómo suben llamaradas
donde se posa la gaviota aquella,
donde golpea el oleaje, donde rompe
la espuma lentamente. Queda sólo
la luz, y la alegría. Cómo caen
las estrellas. Y amanece, amanece.
Alguien derrama luz. Sembrados
del aire fuera mientras se subía,
mientras subía la luz tan lejos.


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