sábado, 30 de agosto de 2025

Claudio Rodríguez

ODA A LA NIÑEZ 

    III

Una verdad se ha dicho sin herida, 
sin el negocio sucio 
de las lágrimas, 
con la misma ternura con que se da la nieve: 
ved que todo es infancia. 
La fidelidad de la tierra, 
la presencia del cielo insoportable 
que se nos cuela aquí, hasta en la cazalla 
mañanera, los días 
que amanecen con trinos y anochecen 
con gárgaras, el ruido 
del autobús que por fin llega, nuestras 
palabras que ahora, 
al saludar, quisieran 
ser panales, y son 
telas de araña, nuestra 
violencia hereditaria, 
la droga del recuerdo, la alta estafa del tiempo, 
la dignidad del hombre 
que hay que abrazar y hay 
que ofrecer y hay 
que salvar aquí mismo, 
en medio de esta lluvia fría de marzo. 
Ved que todo es infancia: 
la verdad que es silencio para siempre. 
Años de compra y venta, 
hombres llenos de precios, 
los pregones sin voz, las turbias bodas, 
nos trajeron el miedo a la gran aventura 
de nuestra raza: a la niñez. Ah, quietos, 
quietos bajo ese hierro 
que nos marca, y nos sana, y nos da amo. 
Amo que es servidumbre, bridas que nos hermanan.
 

viernes, 29 de agosto de 2025

Claudio Rodríguez

oda a la niñez

    II

Muchos hombres pasaron junto a nosotros, pero 
no eran de nuestro pueblo. 
Arrinconadas vidas dejan por estos barrios, 
ellos, que eran el barrio sin murallas. 
Miraron, y no vieron; y sus casas, 
aunque tuvieran llave, 
habitaron apenas. Culpa ha sido 
de todos el que oyeran 
sólo el inmenso pulso 
de la injusticia, la sangrienta marcha 
del casco frío del rencor. La puesta 
del sol, fue sólo puesta 
del corazón. ¿ Qué hacen ahí las palmas 
de esos balcones sin el blanco lazo 
de nuestra honda orfandad? ¿Qué este mercado 
por donde paso ahora, 
los cuarteles, las fábricas, las nubes, 
la vida, el aire, todo, 
sin la borrasca de nuestra niñez 
que alza ola para siempre? 
Siembre al salir pensamos 
en la distancia, nunca 
en la compañía. Y cualquier sitio es bueno 
para hacer amistades. 
Aunque hoy es peligroso:mucho polvo 
entre los pliegues de la propaganda 
hay. Cuanto antes 
lleguemos al trabajo, mejor. 
Mala bienvenida la tuya, marzo. Y nuestras calles, 
claras como si dieran a los campos, 
¿adónde dan ahora? ¿Por qué todo es infancia? 
Y ya la luz se amasa, 
poco a poco enrojece; el viento templa 
y en sus cosechas vibra 
un gramo de alianza, un cabeceo 
de los inmensos pastos del futuro. 

jueves, 28 de agosto de 2025

Claudio Rodríguez

Oda a la niñez 

    I

¿Y esta es tu bienvenida, 
marzo, para salir de casa alegres: 
con viento húmedo y frío de meseta? 
Siempre ahora, en la puerta, 
y, aún a pesar nuestro, vuelve, vuelve 
este destino de niñez, que estalla 
por todas partes: en la calle, en esta 
voraz respiración del día, en la honda 
sencillez del primer humo sabroso, 
en la mirada, en cada laboreo 
del hombre. 

Siempre así, de vencida, 
sólo por miedo a tal castigo, a tal 
combate, ahora hacemos 
confuso vocerío por ciudades, 
por fábricas, por barrios 
de vecindad. Más tras la ropa un tiemblo 
nos tañe, y al salir por tantas calles 
sin piedad y sin bulla, 
rompe claras escenas 
de amanecida y tantos 
sucios ladrillos sin salud se cuecen 
de intimidad de lecho y guiso. Entonces, 
nada hay que nos aleje 
de nuestro alto oficio de inocencia; 
entonces, ya en faena, 
cruzamos esta plaza, como si en junio fuera, 
se abre nuestro pulmón trémulo de alba 
y, como a mediodía, 
ricos son nuestros ojos 
de oscuro señorío. 


miércoles, 27 de agosto de 2025

José Emilio Pacheco

Ayer y hoy

Ni la misma casa ni la misma ciudad,

ni los mismos amores ni las mismas costumbres,

 ni los mismos libros ni los mismos amigos. 

De aquellos tiempos lo único que conservo es mi nombre. 


martes, 26 de agosto de 2025

Laura Esquivel

"Hace tiempo aprendí que las historias no son totalmente ciertas o falsas, porque se nutren de verdades a medias, de mentiras bien contadas o de recuerdos borrosos. Recuerdos q se pierden entre el humo de los fogones”.


Como agua para chocolate , Laura Esquivel

lunes, 25 de agosto de 2025

Frida Kahlo

Recuerda que siempre te amaré
aunque no estés a mi lado.
Yo en mi soledad te digo,
amar no es pecado a Dios.


sábado, 23 de agosto de 2025

Rabindranath Tagore

SERVIR

«Dormía, y soñaba
que la vida era alegría.

Desperté, y vi
que la vida era servicio.

Serví, y vi
que el servicio era alegría.»


Rabindranath Tagore, erótica de la percepción | Babelia | EL PAÍS


viernes, 22 de agosto de 2025

T.S.Elliot


MARINA
Quis hic locus, quae
regio, quae mundi plaga?



What seas what shores what grey rocks and what islands
What water lapping the bow
And scent of pine and the woodthrush singing through the fog
What images return
O my daughter.

Those who sharpen the tooth of the dog, meaning
Death
Those who glitter with the glory of the hummingbird, meaning
Death
Those who sit in the sty of contentment, meaning
Death
Those who suffer the ecstasy of the animals, meaning
Death

Are become unsubstantial, reduced by a wind,
A breath of pine, and the woodsong fog
By this grace dissolved in place

What is this face, less clear and clearer
The pulse in the arm, less strong and stronger–
Given or lent? more distant than stars and nearer than the eye

Whispers and small laughter between leaves and hurrying feet
Under sleep, where all the waters meet.

Bowsprit cracked with ice and paint cracked with heat.
I made this, I have forgotten
And remember.
The rigging weak and the canvas rotten
Between one June and another September.
Made this unknowing, half conscious, unknown, my own.
The garboard strake leaks, the seams need caulking.
This form, this face, this life
Living to live in a world of time beyond me; let me
Resign my life for this life, my speech for that unspoken,
The awakened, lips parted, the hope, the new ships.

What seas what shores what granite islands towards my timbers
And woodthrush calling through the fog
My daughter



Selected Poems of T. S. Eliot : Eliot, T. S.: Amazon.es: Libros




Marina


         Quis hic locus, quae regio, quae mundi plaga
 
Qué mares, qué riberas, qué rocas grises y qué islas,
Qué susurrantes aguas en la proa
Y fragancia de pino y el zorzal gorjeando a través de la niebla.
Qué imágenes retornan,
Oh hija mía.
Los que aguzan el colmillo del perro con voluntad de Muerte,
Los que resplandecen en la gloria del colibrí con voluntad de Muerte,
Los que se sientan en el prostíbulo de la complacencia con voluntad de Muerte,
Los que sufren el deliquio de los animales con voluntad de Muerte,
Se han tornado inmateriales y el viento ha disipado su sustancia,
El vaho del pinar y el silvestre gorjeo de la niebla.
La gracia los ha disuelto y cambiado de sitio.
Qué faz, qué faz es ésta menos clara y más clara,
Este pulso en las venas menos fuerte y fortísimo.
¿Es propio o es ajeno y en prenda sólo dado?
Más remoto que las estrellas y más cercano que los ojos.
Cuchicheos y risillas como de hojas o pies apresurados
Bajo el sueño,
Donde todas las aguas se juntan,
El bauprés roto por el hielo y la pintura resquebrajada por el calor.
Esto hice y lo he olvidado,
Y lo recuerdo.
El aparejo débil y podrido el velamen
Entre un Junio y otro Septiembre.
Hice este enigma, medio consciente, desconocido, como yo mismo.
La hilada de la aparadura hace agua, las costuras necesitan calafateo.
Esta forma, este rostro, esta vida
Viven para vivir en un orbe de tiempo más allá derramado.
Deja que renuncie a mi vida por esta vida, a mi palabra por la que es inefable,
La desvelada en los labios abiertos, la esperanza, los nuevos navíos.
Qué mares, qué riberas, qué islotes de granito contra mis viejas cuadernas
Y el zorzal que a través de la niebla me llama
¡Hija mía!

 ( trad. de Leopoldo Panero).

jueves, 21 de agosto de 2025

Marilyn Monroe

Ay maldita sea me gustaría estar

muerta —absolutamente no existente—

ausente de aquí —de

todas parte pero cómo lo haría

Siempre hay puentes— el puente de Brooklyn

Pero me encanta ese puente (todo se ve hermoso desde su altura

y el aire es tan limpio) al caminar parece

tranquilo a pesar de tantísimos

coches que van como locos por la parte de abajo. Así que

tendrá que ser algún otro puente

uno feo y sin vistas —salvo que

me gustan especialmente en especial todos los puentes— tienen

algo y además

nunca he visto un puente feo.



1,441 Puente De Brooklyn En Nueva York Blanco Y Negro Fotos de stock -  Fotos libres de regalías de Dreamstime



Oh damn I wish that I were
dead — absolutely nonexistent —
gone away from here — from
everywhere but how would I 
There is always bridges — the Brooklyn bridge — 
But I love that bridge (everything is beautiful from there and the air is so clean) walking it seems
peaceful even with all those
cars going crazy underneath. So
it would have to be some other bridge
an ugly one and with no view — except
I like in particular all bridges — there’s some-
thing about them and besides I’ve
never seen an ugly bridge



miércoles, 20 de agosto de 2025

José Martí

DOS PATRIAS
Dos patrias tengo yo: Cuba y la noche.
¿O son una las dos? No bien retira
su majestad el sol, con largos velos
y un clavel en la mano, silenciosa
Cuba cual viuda triste me aparece.
¡Yo sé cuál es ese clavel sangriento
que en la mano le tiembla! Está vacío
mi pecho, destrozado está y vacío
en donde estaba el corazón. Ya es hora
de empezar a morir. La noche es buena
para decir adiós. La luz estorba
y la palabra humana. El universo
habla mejor que el hombre. 
                                                                Cual bandera

que invita a batallar, la llama roja
de la vela flamea. Las ventanas
abro, ya estrecho en mí. Muda, rompiendo
las hojas del clavel, como una nube
que enturbia el cielo, Cuba, viuda, pasa…

martes, 19 de agosto de 2025

viernes, 15 de agosto de 2025

Walt Whitman

MIRA AL MAR INFINITO 

Mira el mar infinito.
Sobre su pecho sale a navegar un navío
Que despliega sus velas, incluidas las de gavia.
Su pendón ondea en lo alto mientras aumenta
Su velocidad de manera majestuosa.
Debajo, las olas rivalizan,
Rodean al barco, apiñándose,
Con brillantes movimientos circulares y espuma.


jueves, 14 de agosto de 2025

Mathew Arnold

La playa de Dover 

 El mar está tan calmo en esta noche.

Es alta la marea, y se recuesta
La luna, hermosa, sobre los estrechos;
En la costa francesa resplandece
La luz, se aleja, y los acantilados
De Inglaterra en la sombra se vislumbran
Vastos en la pacífica bahía.
¡Ven, es tan dulce el aire de la noche
En la ventana! Solamente escucha
Ese rumor desde la larga línea
De espuma donde el mar se une a la tierra
Blanca de luna... Oye el rugido áspero
De los guijarros que el oleaje arrastra
Y otra vez los arroja cuando vuelve
A lo alto de la playa, empieza, y cesa,
Y luego nuevamente recomienza,
Con lenta y trémula cadencia, y trae
La eterna nota de la melancolía.

Una vez, allá lejos y hace tiempo,
Sófocles lo escuchó en el mar Egeo,
Y le evocó el turbio flujo y reflujo
Del sufrimiento humano; así, nosotros
Hallamos asimismo un pensamiento
Al escuchar ese sonido aquí,
A orillas del distante mar del norte.

Hubo un Mar de la Fe
También, pleno, y rodeaba
Las costas de la tierra, y se extendía
Como los densos pliegues
De una faja ceñida y deslumbrante.
Ahora, sin embargo, sólo escucho
Su largo, fugitivo, melancólico
Rugido en retirada, que se aleja
En el soplo del viento de la noche
Por la arena desnuda, hacia los lindes
Monótonos y vastos del planeta. 

¡Amor, ah, seamos fieles 
El uno al otro! Porque en este mundo, 
Que ahora pareciera que se tiende 
Como un país de ensueño ante nosotros,
Tan variado, tan nuevo, tan hermoso,
No hay, en realidad, ni amor ni dicha,
No hay luz, ni paz, ni una certeza,
No hay consuelo ni alivio al sufrimiento;
Y aquí estamos los dos 
Como en una llanura en que oscurece,
Sitiada por confusas 
Alarmas de batallas y de fugas,
Donde ciegos ejércitos combaten en la noche.





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Dover Beach


The sea is calm tonight.
The tide is full, the moon lies fair
Upon the straits; on the French coast the light
Gleams and is gone; the cliffs of England stand,
Glimmering and vast, out in the tranquil bay.
Come to the window, sweet is the night-air!
Only, from the long line of spray
Where the sea meets the moon-blanched land,
Listen! you hear the grating roar
Of pebbles which the waves draw back, and fling,
At their return, up the high strand,
Begin, and cease, and then again begin,
With tremulous cadence slow, and bring
The eternal note of sadness in.

Sophocles long ago
Heard it on the Ægean, and it brought
Into his mind the turbid ebb and flow
Of human misery; we
Find also in the sound a thought,
Hearing it by this distant northern sea.

The Sea of Faith
Was once, too, at the full, and round earth’s shore
Lay like the folds of a bright girdle furled.
But now I only hear
Its melancholy, long, withdrawing roar,
Retreating, to the breath
Of the night-wind, down the vast edges drear
And naked shingles of the world.

Ah, love, let us be true
To one another! for the world, which seems
To lie before us like a land of dreams,
So various, so beautiful, so new,
Hath really neither joy, nor love, nor light,
Nor certitude, nor peace, nor help for pain;
And we are here as on a darkling plain
Swept with confused alarms of struggle and flight,
Where ignorant armies clash by night.