MADRID LA NUIT
Echa hilo a la cometa de la noche,
que aún queda algo de viento.
Amenazado vives, al raso, crepitando,
como una hoguera al cierzo,
gastando tus cartuchos con saña y desafío,
pólvora en salvas, llama del momento.
Por el Madrid de Dato y La Caramba,
del Motín de Esquilache y de Fernando Séptimo,
por el Madrid del Goya de los fusilamientos,
de Larra, Espoz y Mina y de Aldecoa,
Madrid hortera y siniestro,
vas dando tumbos, recordando historias,
por calles que eran gente de apellido compuesto,
aguantando la noche con quien caiga,
con amigos topados a voleo,
a los que dices «pero no te vayas»,
«quédate otro ratito por lo menos»,
y «aquí una copa para la señora»
a un camarero y otro camarero,
en locales que cierran aún más tarde,
que quedan aún más lejos,
zigzag de rutas donde vas gastando
suela de tus zapatos, palmadas a serenos,
saliva con que hacer rodar mentiras,
gestos que se dirían verdaderos,
mil pesetas ganadas a los chinos,
alaridos a un taxi, giros del minutero,
cerillas, labia, risa,
y el don tan frágil de no haberte muerto.
…Ya surge el rostro gris del día siguiente
—muro lívido y terco—.
Tienes frío, estás solo, y hay que esconder el miedo.
Echa hilo a la cometa de la noche,
que aún queda algo de viento.
sábado, 29 de junio de 2024
Carmen Martín Gaite
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