DÍA 29
A mi pesar, acaso, te contemplo;
indago a través de esa cerradura nacida en tus cabellos,
junto a un volcán y a una mujer cuadruplicada
que sostiene un caballo entre sus dientes. Búhos, murciélagos,
mientras el sol esculpe los macizos y desde nuestra orilla
presentimos el mar.
Se ve que eres pregunta.
Tu gesto liberado inquiere a mis arañas, entra en mi laberinto.
Y yo cedo a tus peces y a tus lunas menguantes.
Volcán, ola o espejo que a vivir nos invita.
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