INSTANTE
¿CÓMO no estar conforme precisamente ahora
—e incluso para siempre— con la vida,
cuando el sol de esta tarde fría y azul,
muy bajo ya, se adentra por mi casa
y hasta el fondo penetra sin ningún titubeo
y convierte a su paso cuanto toca
en oro vivo y repentino, en oro
que nada durará, pero que llena
de compasión el mundo para mí en este instante?
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