Futuro
El viento no se rompe
aunque se parta en ráfagas.
Sal hay una y no más,
blanca y desmenuzada.
Ya verás cómo viene
como en el sorbo el agua,
como el mar en la ola,
como el fuego en la llama.
Ya verás cómo sube
de ser semilla a rama.
Ya verás cómo pasa
de instante a hora sagrada.
Ya está y aún no lo adviertes,
ya mueres y aún te alarmas.
Porque es tuya, eres tú y lo que es más tú:
el tuétano, la sangre, la palabra.
Rosario Castellanos, poeta mexicana |
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