Está envenenada la tierra
que nos entierra o destierra.
Ya no hay aire, sino desaire.
Ya no hay lluvia, sino lluvia ácida.
Ya no hay parques, sino parkings.
Ya no hay sociedades,
sino sociedades anónimas.
Empresas, en lugar de naciones.
Consumidores en lugar de ciudadanos.
Aglomeraciones en lugar de ciudades.
No hay personas, sino público.
No hay realidades, sino publicidades.
No hay visiones, sino televisiones.
Para elogiar una flor,
se dice que parece de plástico.
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