Vivimos de modo trepidante.
Mas debéis tomar el paso del tiempo
como cosa sin importancia
entre lo que para siempre permanece.
Lo que transcurre aprisa
pronto ha de pasar,
tan sólo lo que queda
nos inicia.
No pongáis, oh muchachos, vuestro arrojo
en la velocidad,
ni en el empeño de volar.
Las cosas son morosas:
oscuridad y claridad,
la flor y el libro.
(Traducción de Carlos Barral)
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