martes, 8 de marzo de 2022

Begoña Abad

DESOBEDECER 

Desobedecer con la terca humildad 
del que no tiene argumento intelectual que lo defienda 
pero tiene el sentido primitivo de lo justo. 
Desobedecía, así, desde niña 
cuando no creía que los padres tuvieran siempre razón, 
ni que las sotanas fueran palabra de Dios. 
Desobedecía cuando me hablaban de la verdad mintiendo, 
cuando predicaban pero no daban trigo 
y cuando me decían que obedecer era amar 
pero yo ya intuía que amar era otra cosa 
que agachar la cabeza para esperar el golpe. 
Cuando escuchaba mi nombre 
nunca dije “servidora”. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario