Fold |
Kiss |
Pink Landscape |
Somos el borrador de un textoque nunca será pasado a limpio.Con palabras tachadas,repetidas,mal escritasy hasta con faltas de ortografía.Con palabras que esperan,como todas las palabras esperan,pero aquí abandonadas,doblemente abandonadasentre márgenes desprolijos y yertos.Bastaría, sin embargo, que este tosco borradorfuera leído una sola vez en voz alta,para que ya no esperásemos másningún texto definitivo.
Roberto Juarroz
Me gusta que usted, no esté enfermo por mí
y que yo tampoco me enferme por usted,
que nunca el pesado globo de la tierra
se escurra bajo nuestros pies.
Me gusta que pueda ser ridícula, perversa
y buscar palabras adecuadas
y no ponerme roja con ola sofocante
si apenas nuestras mangas se rozaran.
Me gusta que delante de mí usted pueda abrazar
tranquilamente a otra mujer,
no me condena a arder en el infierno
por no besarlo a usted.
Y que mi cariñoso nombre, mi cariño
no recuerde ni en la noche ni en el día…
Que nunca sobre nosotros, en el silencio de la catedral,
cantarán el Aleluya.
Gracias a usted -con mi mano sobre el corazón-
que no sabe lo mucho que me ama:
por mis noches tranquilas,
por los encuentros de las crepusculares horas,
por nuestros no paseos bajo la luna,
por el sol que no existe encima de nosotros,
por el dolor que no siente, lamentablemente, usted por mí,
por el dolor que no siento, lamentablemente, por usted.
Marina Tsvietáieva, poeta rusa |
Como si nada
Ya pasó todo
y ahora
nos vemos y nos hablamos como si nada,
como si Nada
hubiera devorado lo que ocurrió entre nosotros.
De Como la lluvia
ADIÓS MEMORIA ADIÓS
Quise olvidarte.
Más que eso,
necesité olvidarte.
Lo intenté.
Lo conseguí.
Fue tan intenso el deseo
que me pasé.
En mi cerebro hubo una fuga de
neuronas
y ahora tampoco recuerdo otras
cosas.
Sólo recuerdo
lo que sufrí el día de mi Primera
Comunión
con los zapatos pequeños.
Lo que sufrí,
los tres años de la guerra civil,
lo que sufrí
cuando aprendí a nadar.
Pero no recuerdo lo reciente…
¿Dónde he puesto mis gafas?
¡Qué mala cabeza tengo!
Tengo mal la cabeza,
(es preferible a tener mal el
corazón).
Viviré más.
Aunque no me acuerdo para
qué.
LOS FANTASMAS DE LISBOA
Dónde estará el pasado que tuvimos
el pasado que tuve entre tus brazos
En la calle resuenan nuestros pasos
pero no estamos: nos desvanecimos
Dónde estarán los besos que nos dimos
La tristeza tan dulce de los fados
tus promesas tus llantos mis enfados
nuestros cuerpos que un día compartimos
Asustados los nuevos ocupantes
de nuestro cuarto en el hotel escuchan
la risa de personas que se duchan
Como los personajes de Pessoa
somos almas sin cuerpo: dos amantes
que penan en las noches de Lisboa.
Pier Paolo Pasolini, autor y director de cine italiano |
I
En estas horas de agonía
te devuelvo las llaves
de la puerta las del mutuo pasado
y del incurable porvenir.
Invoco a todos mis muertos
nuestros muertos
lo que se nos muere
y los ojos buscan más allá de la pared
más allá de la ventana y la nube
en ayuno de latidos y amaneceres
por si puede detener el minuto siguiente
la herida, la sangre
su dolor.
EL GUARDIÁN DEL HIELO
Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huidos del fuego
de la zafra.
También coincidió el sol.
En esa situación cómo negarse a un favor llano:
el heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol…
El hielo empezó a derretirse
bajo mi sombra, tan desesperada
como inútil.
Diluyéndose
dibujaba seres esbeltos y primordiales
que sólo un instante tenían firmeza
de cristal de cuarzo
y enseguida eran formas puras
como de montaña o planeta
que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
yo soy el guardián del hielo.
AHORA
El poder de las mujeres
es
Poder negro
es
poder humano
es sentir siempre
que mi corazón late
cuando mis ojos se abren
cuando mis manos se mueven
cuando mi boca habla
Yo estoy
¿están
Listas?
Audre Lorde, poeta americana |
Woman power
is
Black power
is
Human power
is
always feeling
my heart beats
as my eyes open
as my hands move
as my mouth speaks
I am
are you
Ready.
EL VIENTO COMENZÓ A MECER LA HIERBA
No es necesario ser una habitación
para estar embrujada,
no es necesario ser una casa.
El cerebro tiene pasillos más grandes
que los pasillos reales.
Es mucho más seguro encontrarse a medianoche
con un fantasma exterior
que toparse con ese gélido huésped,
el fantasma interior.
Más seguro correr por una abadía
perseguida por las sepulturas
que, sin luna, encontrarse a una misma
en un lugar solitario.
Nosotros tras nosotros mismos escondidos,
lo que nos produce más horror.
Sería menos terrible
un asesino en nuestra habitación.
El prudente coge un revólver
y empuja la puerta,
sin percatarse de un espectro superior
que está más cerca.
One not need to be a Chamber ─ to be haunted ─
One need not to be a House ─
The Brain has Corridors ─ surpassing ─
Material Place ─
Far safer, of a Midnight Meeting
External Ghost,
Than an interior Confronting ─
That Cooler Host.
Far safer, through an Abbey gallop,
The Stones a'chase ─
Than Unarmed, one's a'self encounter ─
In lonesome Place ─
Ourself behind ourself, concealed ─
Should startle most ─
Assassin hid in our Apartment
Be Horror 's least.
The Body ─ borrows a Revolver ─
He bolts the Door ─
O'erlooking a superior spectre ─
Or More ─
Lepidóptera
En la obra aparecen textos propios y versos del poema The Damp del poeta inglés John Donne:
Poor victories; but if you dare be brave,/
And pleasure in your conquest have,/
First kill th’enormous gyant, your disdain;/
And let th’enchantress Honour, next be slain;/
And like a Goth or Vandal rice, /
Defase records and histories/
And without such advantage kill me then.
Precario triunfo. Pero si a ser audaz te atreves
derivando placer de tu conquista,
mata al gigante infame, tu desdén,
y asesina enseguida a la honra hechicera;
y lo mismo que godos y vándalos, rebélate
y destruye la historia junto con los anales
de tus propios ardides y triunfos con los hombres.
Ya sin esa ventaja, dame entonces la muerte.
Arribada
¿Quién habla de una fácil travesía?
Las noches se poblaban de sirenas,
de cuartos donde ardía la revuelta,
de exilios que a tu cuerpo devastaron.
Mi amor fuerte, mi amor loco y profético
con vestidos que el puro azar cosía
y que eran desflecados por la bruma
entre las carcajadas reprimidas
de una Europa siniestra y satisfecha.
Son muchos los agravios, risueña. Pero algo
desatado y veloz, a mí te trajo a flote,
indemne, victoriosa, con el floral tesoro
de tu ternura oceánica, de tus ojos de miel.
Y en la tranquila tarde de este día de mayo
cruzas serenamente por tu sueño y yo velo,
mientras pasan los lentos veleros de la música,
tu tos de fumadora y tu jersey grandón.
No te atragantes con recuerdos. Siete llaves
cierran siete puertas. Sabes bastante bien qué hay
detrás de cada una para volver
con el pretexto de añoranzas o negligencias.
No se enmienda la vida ya vivida
y este crepúsculo de rubí desvela
nuevas voces que vulneran todos los límites.
Guarda la triste pelusa de los secretos
en el oscuro fondo de cualquier bolsillo.
Que el viento no te excluya de sus combates
ni el mar, de sus ocios. Para curtirte
de nuevo la piel tendrás que abrir ventanas.
No sientas demasiada piedad por ti.
Tira las llaves y conócete más todavía.
De Estimada Marta
,
"Hasta cortar los propios defectos puede ser peligroso. Nunca se sabe cuál es el defecto que sostiene todo nuestro edificio".
Estatua a Clarice Lispector, acompañada de su perro, en Río |
Até cortar os próprios defeitos pode ser perigoso. Nunca se sabe qual é o defeito que sustenta nosso edifício inteiro.
Vivimos de modo trepidante.
Mas debéis tomar el paso del tiempo
como cosa sin importancia
entre lo que para siempre permanece.
Lo que transcurre aprisa
pronto ha de pasar,
tan sólo lo que queda
nos inicia.
No pongáis, oh muchachos, vuestro arrojo
en la velocidad,
ni en el empeño de volar.
Las cosas son morosas:
oscuridad y claridad,
la flor y el libro.
(Traducción de Carlos Barral)
Rainer Maria Rilke |
INNANA Y LAS ESENCIAS DIVINAS
Señora de todas las esencias, luz plena, buena mujer
vestida de esplendor
a quien el cielo y la Tierra te aman,
amiga del templo de An
tú llevas grandes ornamentos,
tú deseas la tiara de la grande sacerdotisa
cuyas manos sostienen las siete esencias,
las has escogido y colgado de tu mano.
Has reunido las esencias sagradas y las has puesto
apretadas sobre tus pechos
¿Subes?
Me he calzado las botas de siete leguas
y aún hay sitio en mi viejo zurrón
para algún animal extraviado.
Tenemos todo el tiempo del mundo
para perderlo en relojes que atrasan;
conocemos la mecánica del desgaste,
el óxido de las buenas costumbres,
la solidificación de los días idénticos;
las palabras gastadas ya las sabemos.
Te ofrezco el azar, lo que tiembla
dentro del corazón de los niños,
unos pocos momentos fugaces
de algo parecido al amor y un pack
de una estancia para dos en mis sueños.
Te entrego la incertidumbre, la víspera,
lo que aún no está aquí,
lo que no tiene sombra,
el fruto del árbol del Bien y del Mal,
la trampa exacta del nosotros.
Sube:
perderemos juntos el paraíso.
ESCRITO EN EL ÁLBUM DE EMILY
¿En dónde reside la grandeza de Emily?
En su jardín. En el asombro menudo de las hojas,
en los charcos con sapitos y légamos,
en la azucena y en la alondra,
en la abeja dactilógrafa
y hasta en una mosca espiando
por el vidrio de su ventana.
De la palabra mármol no le hablen. La empleó
contadas veces como cuando
a Amherst llegaron tropas del Norte
y ella para manifestar su agradecimiento
se imaginó cual doncella de Orléans
simulando en el mármol
tallados con su fe
unos labios para siempre sonrientes.
Casa de Emily Dickinson en Amherst, Massachussetts |
la esperanza fracasa muchas veces, el dolor jamás. por eso algunos
creen que más vale dolor conocido que dolor por conocer. creen que la
esperanza es ilusión. son los ilusos del dolor.
NUNCA PUDE REZAR
Llévame hasta la costa
donde el faro fue abandonado
y la luna resuena en los techos.
Déjame escuchar el viento que hojea los árboles
y ver las estrellas que destellan, una por una,
como los rostros olvidados de los muertos.
Nunca pude rezar,
pero déjame inscribir mi nombre
en el libro de las olas
y luego contemplar el domo
del cielo interminable
y ver mi voz navegar hacia la noche.
Sólo porque estás muerto he podido hablarte como a un hombre,
de otra manera tus leyes me lo hubieran impedido.
P. P. Pasolini
I
Hubiera querido góndolas y uvas en tu frente, blanca túnica de vichí
para tu cuerpo de arbusto, vomitel, árbol enorme donde tallen
timbales, panderetas, músicas al tacto valiente de tu risa,
tarambas, oboes y luces en la noche que te cuida,
fósil de ámbar, rejalgar, cristal indefinido que gobierna
adolescentes. Pero ya el humo que resolvió a los príncipes
es témpano dulcísimo, véspero en la tarde de los Médicis,
cascabel y sedas en tu luz definitiva, vértigo ahora
cuando un arpa inicia fuentes de bálsamo en la memoria,
incienso en tu cenotafio de orégano y ciruelas, harina
en el hojaldre sin fin, honrado jinete tan suave en el galope
y hasta relincho fucsia del centauro que quiso Botticelli
para llevarte a hombros a la soledad del ibis, madre
comunal y sagrada que devoró el jaguar, cinta en el pelo,
miel de palma y almendras en el licor de los festejos.
II
Voy a nombrarte como sol que duda entre el jazmín o la libélula,
apenas aurora y ya friso de acanto que te oculta, breve fue
el amor o la alimaña y ya están los evangelios anunciando
fresas en tus labios, liebres, sacristanes, adobes y pulpa de manzana;
quiero esta extensa geografía reducida a brote simple de cerezo
y en tu oreja cultivar infiel e íntima la vida, el deseo, el goce
carnal de un cielo que devore tu muerte y te devuelva intacto
al ágora y al puente, al tren, al mingitorio, a las campanas y a la luna.
Que ya vienen las mariquitas de Roma tocando la marimba y las estatuas]
y la hojarasca y las navajas no son, Dante y el cisne de Veronés,
y Venecia no se hunde por ti y no se hace inalcanzable el vértice,
porque ya estamos todos sin vergüenza en el pubis de Safo, yuruma,
jarabe de maíz, sustancia, hucha y alhelí, caimán y novia.
III
Y es preciso detener la resignación que como mañana blanca de domingo ]
azuza al cárabo, devolver la alegría al alcahuete, el miedo al juez, fingir
hasta el éxodo, adornar con azucena cada culpa, convidar a matrimonio,
volverse cadmio, baya, ser prodigio, retallecer, rugir y hasta ocultar
con velo lo jovial, ingerir jarabes que te vuelvan grillo y regreses
en el canto, araña, saurio, gelatina, nivel del mar que lo inunde todo.
Porque no me acostumbro, prometido, a revejecer, a regirte en el recuerdo,]
a reservarte el mármol como si cónsul hubieras sido, tú, hereje mayor, joya]
que adorno el pulgar, hierba que embosqueció la era, nunca harija, trigo,
rayo que destrona, hiere, apila y excarcela. Te quiero ya tambor, voz atonal,]
adormidera, flauta, tubo de viento. Levanta tu cabeza, cáliz de pan, ven nómada,]
regresa, hágase la justicia y alegrémonos: Ecce homo.
Pier Paolo Pasolini, director de cine y autor italiano |
Solo perché sei morto ho potuto parlarti come ad un uomo
altrimenti le tue leggi me l’avrebbero impedito.
– Pier Paolo Pasolini
I
Avrei voluto gondole e uva sulla tua fronte, tunica bianca di vichy per il tuo corpo di arbusto, vomitel, albero enorme in cui intagliano timpani, tamburelli a sonagli, musiche al tatto coraggioso della tua risata, tarambas, oboi e luci nella notte che si prende cura di te, fossile d’ambra, realgar, vetro indefinito che governa adolescente. Ma già il fumo che risolse i prìncipi è timpano dolcissimo, vespero nel pomeriggio dei Medici, sonaglio e sete nella tua luce definitiva, vertigine ora quando un’arpa inizia fonti di balsamo nella memoria, incenso nel tuo cenotafio di origano e prugne, farina nella pasta sfoglia senza fine, onesto cavaliere tanto soave nel galoppo e persino nitrito fucsia del centauro che volle Botticelli per portarti a spalla alla solitudine dell’ibis, madre comune e sacra che divorò il giaguaro, nastro nei capelli, miele di palma e mandorle nel liquore dei festeggiamenti.
II
Ti nomino come sole che dubita tra il gelsomino o la libellula, appena aurora e già fregio di acanto che ti nasconde, breve fu l’amore o la bestia e stanno già i vangeli annunciando fragole sulle tue labbra, lepri, sagrestani, mattoni crudi e polpa di mela; amo questa estesa geografia ridotta a semplice germoglio di ciliegio e nel tuo orecchio coltivare infedele e intima la vita, il desiderio, il piacere carnale di un cielo che divori la tua morte e ti restituisca intatto all’agorà e al ponte, al treno, all’orinatoio, alle campane e alla luna. Che già vengono le coccinelle da Roma suonando la marimba e le statue e il fogliame ed i coltelli non sono, Dante ed il cigno di Veronese, e Venezia non affonda per te e non diventa irraggiungibile il vertice, perché siamo già tutti senza vergogna nel pube di Saffo, yuruma, sciroppo di mais, materia, salvadanaio e violacciocca, caimano e fidanzata.
III
Ed è necessario fermare la rassegnazione che come domani bianco di domenica aizza l’allocco, restituire l’allegria al ruffiano, la paura al giudice, fingere fino all’esodo, adornare con giglio ogni colpa, invitare a matrimonio, diventare cadmio, bacca, essere prodigio, rigermogliare, ruggire e persino occultare con velo il gioviale, ingerire pozioni che ti trasformano in grillo e ritorni nel canto, ragno, sauro, gelatina, livello del mare che inondi tutto. Perché non mi abituo, lo giuro, a invecchiare, a reggerti nel ricordo, a riservarti il marmo come se fossi stato console, tu, eretico maggiore, gioiello che adornò il pollice, erba che imboschì l’era, mai friscello, grano, raggio che detronizza, ferisce, ammucchia e scarcera. Ti voglio già tamburo, voce atonale, papavero, flauto, tubo a fiato. Alza la testa, calice di pane, vieni nomade, ritorna, sia fatta giustizia e stiamo allegri: Ecce homo.
.
Traducción de Raffaella Marzano