Ni aún así
Ni aunque hubiera sabido que al paso de los añosme venderías por treinta monedas, me negarías tres veces,
te hubiera podado las ramas, ni tapiado la boca, ni estrechado el espacio.
Ni aun hoy, sabiendo lo que sé, alzaría la mano para detenerte,
no daría un paso atrás como no fuera para dejarte hueco.
Pero no tiene mérito alguno,
respirar y latir son actos involuntarios, pero son los que dan la vida.
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