Me
pierdo a veces en una imagen fútil de qué especie de gente seré para
quienes me ven, cómo es mi voz, qué tipo de figura dejo escrita en la
memoria involuntaria de los demás, de qué manera mis gestos, mis
palabras, mi vida aparente, se graban en las retinas de la
interpretación ajena. No he conseguido nunca verme desde fuera. No hay
espejo que nos dé a nosotros mismos como fueras, porque no hay espejo
que nos saque de nosotros mismos.
De Libro del desasosiego.
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