LUGAR
Aquí, bajo el número exacto de estas sílabas, yace un río de adelfas de
marfil y caballos oscuros que tortura el deseo.
Esta
es la casa de los taxidermistas, el pabellón de las enfermeras y los
matemáticos, de todos los que tienen obsesiones blancas bajo los sauces
de
la vejez y el remordimiento.
Pero
esta es también la cueva de los cazadores y los bellos animales
que se
desangran melancólicamente cerca del fuego frío de la muerte.
Esta es la atmósfera del aparecimiento, el hielo desnudo de ese cuerpo que
yace en la ermita entre dos frascos con flores.
Aquí
cada palabra, cada gota de tristeza arrancada a la nada, es una
medalla
de diamante perfecto, la consolación, el vértigo que entregas de tus
pasos a otro al acercarte al vacío.
Este
es el poema, el resplandor erigido en la libertad de la jaula, la
cicatriz
en la médula de este tiempo que pasa sin duración en nosotros.
De La poesía ha caído en desgracia, 1992 .
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