Estoy aquí, mi amor, estoy aquí
velando tus naufragios en las noches
en que nadie responde, en las heladas
madrugadas vacías, en las tardes
de desesperación y de locura.
Pon en duda si quieres, que la Tierra
gire en el desdoblado precipicio
del espacio infinito alrededor
del sol, o que los astros sean fuego,
o que el amargo río de la vida
desemboque en la muerte. Pero nunca
dudes de que, en la fiebre del fracaso
o en la sed de la angustia, en el abismo
de la ansiedad y del desasosiego,
estoy aquí, amor mio, estoy aquí
Aunque tu no me veas ni me oigas.
Estoy aquí, mi amor, estoy aquí
velando tus naufragios en las noches
en que nadie responde, en las heladas
madrugadas vacías, en las tardes
de desesperación y de locura.
Pon en duda si quieres, que la Tierra
gire en el desdoblado precipicio
del espacio infinito alrededor
del sol, o que los astros sean fuego,
o que el amargo río de la vida
desemboque en la muerte. Pero nunca
dudes de que, en la fiebre del fracaso
o en la sed de la angustia, en el abismo
de la ansiedad y del desasosiego,
estoy aquí, amor mio, estoy aquí.
Aunque tu no me veas ni me oigas.
De Sin miedo ni esperanza
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