Daños colaterales
Tantas veces pensé que estaba en camino a mi Ítaca...
pero atacó la bestia mi nave, a traición,
y a dentelladas
desgarró mi piel y mi alma y mi corazón
y mi razón ...
Solo quedaron huesos y jirones .
Intenté unirlos uno a uno , uno tras otro ,
uno a uno uno tras otro,
frágiles hilos ,
las partes no encajan , sobresalen aristas
y hay huecos por donde se cuela el viento.
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