The Planet on the Table
Ariel was glad he had written his poems.
They were of a remembered time
Or of something seen that he liked.
Other makings of the sun
Were waste and welter
And the ripe shrub writhed.
His self and the sun were one
And his poems, although makings of his self,
Were no less makings of the sun.
It was not important that they survive.
What mattered was that they should bear
Some lineament or character,
Some affluence, if only half-perceived,
In the poverty of their words,
Of the planet of which they were part.
A Rabbit as King of the Ghosts
Un conejo Rey de los Fantasmas
La dificultad de pensar, al finalizar el día
Cuando la sombra amorfa cubre al sol
Y nada queda, excepto la luz sobre tu pelaje—
Había un gato que se pasaba el día derramando su leche,
Un gordo gato de lengua roja, mente verde, blanca leche
Y era Agosto el mes más tranquilo.
Permanecer, sobre el pasto, en la hora más calma,
Sin el monumental gato,
El gato olvidado en la luna;
Y sentir que la luz es la luz de un conejo,
En la que todo ha sido hecho a tu medida
Y nada requiere de explicación;
Entonces, no queda nada en que pensar. Viene de sí mismo
Y el este huye al oeste y el oeste corre hacia abajo,
Sin materia. El pasto está pleno
Y tú estás pleno. Los árboles a tu alrededor,
La profunda oscuridad de la noche es para ti,
Un sí mismo que toca cada borde,
Te conviertes en un sí mismo que completa los cuatro vértices de la noche.
El gato rojo se esconde detrás de la luz peluda
Y entonces te elevas alto, muy alto
Eres elevado cada vez más alto, negro como piedra—
Te sientas como si tu cabeza hubiese sido tallada en el espacio
Y un diminuto gato verde es como una chinche en el pasto.
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