DESEOS
Como bellos cuerpos
que la muerte impidió envejecer
y yacen, encerrados con lágrimas,
en magníficos sepulcros,
coronados de rosas y a los pies jazmines,
así son los deseos no satisfechos:
aquellos que nunca se gozaron
en una noche sensual
o en una resplandeciente madrugada.
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