Nos acostamos dándonos la espalda. Las cortinas
suben y bajan
como el pecho de alguien que duerme.
El viento mueve las hojas del viejo boj,
mostrando sus claros reversos
al dar la duelta todas a la vez
como un banco de peces.
De pronto, comprendo que soy feliz.
Durante meses este sentimiento
se ha estado acercando, ha permanecido
en breves visitas como un tímido pretendiente.
The Suitor
We lie back to back. Curtains
lift and fall,
like the chest of someone sleeping.
Wind moves the leaves of the box elder;
they show their light undersides,
turning all at once
like a school of fish.
Suddenly I understand that I am happy.
For months this feeling
has been coming closer, stopping
for short visits, like a timid suitor.
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