LA BUENA VIDA
Estás parado junto a la ventana.
Afuera hay una nube de vidrio que parece un corazón.
Los suspiros del viento son como cuevas entre tus palabras.
Sos el fantasma en ese árbol de afuera.
La calle está en silencio.
El tiempo, de la misma manera en que el mañana y que tu vida,
parcialmente está acá, parcialmente en el aire.
No podés hacer nada.
La buena vida llega sin aviso:
erosiona los climas de la desesperación
y se presenta, a pie, de incógnito, sin ofrecerte nada,
y tú estás ahí.
Estás parado junto a la ventana.
Afuera hay una nube de vidrio que parece un corazón.
Los suspiros del viento son como cuevas entre tus palabras.
Sos el fantasma en ese árbol de afuera.
La calle está en silencio.
El tiempo, de la misma manera en que el mañana y que tu vida,
parcialmente está acá, parcialmente en el aire.
No podés hacer nada.
La buena vida llega sin aviso:
erosiona los climas de la desesperación
y se presenta, a pie, de incógnito, sin ofrecerte nada,
y tú estás ahí.
The Good Life
You stand at the window.
There is a glass cloud in the shape of a heart.
There are the wind’s sighs that are like caves in your speech.
You are the ghost in the tree outside.
The street is quiet.
The weather, like tomorrow, like your life,
is partially here, partially up in the air.
There is nothing that you can do.
The good life gives no warning.
It weathers the climates of despair
and appears, on foot, unrecognized, offering nothing,
and you are there.
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