EL AMOR NUNCA ES IMPOSIBLE
Entonces, como un soplo,
una hoja del árbol de los sueños
cayó a la piedra desnuda
y un temblor removió la tierra
hasta sepultarla para siempre.
El paso del tiempo,
como un sedimento oscuro y silencioso,
convirtió en milagro lo natural
y el leve peso de la hoja ausente
marcó el pedernal con su dentado borde
y aún perdura su forma original…
Hoy tu mano, una vez más,
ha quedado impresa en mi piel
y ha dejado su huella, un espacio vacío.
Cada vez que tu ternura me toca,
uno de mis órganos vitales
abandona para siempre su lugar
y yo me voy haciendo invisible.
Me pregunto cuántos espacios vacíos me contienen
y cuántos me quedan por vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario