Una sombra
Jugaba al ajedrez y le gustaba
comer en restaurantes orientales,
los clásicos, las piernas de las chicas,
el zumo de tomate, la ternura,
el ciclismo, el valor y los caballos.
Odiaba a los oscuros intrigantes,
la usura, la mecánica y el basic,
y no pactó jamás con mercaderes
y con "ismos" que inventan los mediocres.
Yo le ame con locura, pero un día
se hartó de imaginarme diferente
y se fue. Como todos los fantasmas.
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