Cuatro o cinco palabras aprendidas
en la noche del tiempo, siendo niños,
nada más que esas cuatro o esas cinco
palabras aprendidas son precisas,
para nombrar los dos o tres asuntos
que merecen nombrarse en esta vida.
El resto es lo que queda cuando a la poesía
le hemos quitado todo lo que es la poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario