martes, 4 de febrero de 2025

Francisca Aguirre


Propietarios 

Porque no poseemos nada, 

ni siquiera la vaga sombra de futuro 

que a nuestra infancia responsable pervertía. 

Porque no somos dueños de nada, 

ni aun del propio dolor 

que con asombro hemos mirado tantas veces. 

Porque, sin duda, tener no es lo nuestro, 

y sí soñar desesperadamente 

que todo lo tenemos al borde de la mano, 

de esta tozuda mano que nos nombra 

con más rigor que un apellido. 

Dueños de desearlo todo: qué tristeza. 

Dueños del miedo, el polvo, el humo, el viento. 

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