APRENDIZAJE
La bicicleta era cromada y negra,
Tenía en el manillar un listón ancho circundando
La Navidad y ruedas generosas
Como parecía el mundo
Yo, la mañana siguiente,
Sin saber mantener una ruta pareja,
A mi lado mi padre, sosteniendo el sillín,
Su mano: ardiente hilo de plomada
En ardiente confianza
Después era su voz entrecortada
Por el puro cansancio de correr,
Tratando de alinear la bicicleta
Hoy, tras muchos años de gestos paralelos,
Mi hija en otros caminos,
Mi mano corrigiendo desviaciones de más modernas ruedas,
Entiendo al fin que era emoción lo que se oía
En la voz interrumpida de mi padre:
Miedo a que me cayera,
Aun sabiendo que eran cortas las caídas,
Pero ante todo la ternura de verme allí,
Entrando en el mundo de los mayores,
En débil equilibrio
Al borde de la salida circular de la infancia
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