A LOS QUE VENDRÁN DESPUÉS DE NOSOTROS
1. -
¡Realmente, vivimos en tiempos sombríos!
La inocencia es locura. Una frente sin arrugas
Denota insensibilidad. El que ríe
Aun no ha recibido
La terrible noticia,
Que esta por llegar.
Que tiempos son estos, en los cuales
Es casi un delito
Hablar sobre cosas inocentes.
¡Pues implica callar tantos horrores!
Ese que cruza
Tranquilamente por la calle,
¿No puede ser hallado jamas por sus amigos
Que precisan ayuda?
Es cierto yo me gano mi pan, todavía.
Pero creédmeles tan solo un azar.
Nada de lo que hago justifica
Que yo pueda comer hasta saciarme.
Por ahora me va bien. (Si la suerte me abandona
Estoy perdido).
Y me dicen: ¡Bebe, come! ¡Alégrate tu,
Puesto que tienes!
Pero ¿cómo puedo comer y beber, si al hambriento le arrebato lo que como,
Si mi vaso de agua le falta a un sediento?
Y, con todo, yo sigo comiendo y bebiendo.
También me gustaría ser un sabio.
Los libros antiguos hablan de la sabiduría:
Es quedarse apartado de las luchas del mundo,
Y, sin temores,
Dejar pasar el breve tiempo. Más,
Evitar la violencia,
Devolver bien por mal,
No saciar los deseos, sino olvidarlos,
Es lo que llaman sabiduría.
Y yo no puedo hacerlo:
Realmente, vivimos en tiempos sombríos.
El poeta con su hijo Stephan |
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