RUPTURA
Apenas nos hubimos encontrado
comenzó la distancia a destejernos
los ojos, las palabras, el asombro,
antes que se apretaran nuestras vidas
en la urdimbre del tiempo.
Y quedaron los hilos en el aire.
Un instante en el aire, como queda
un pájaro, su vuelo,
en tanto que lo borra
la tormenta.
Después, no más
el viento.
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