miércoles, 9 de enero de 2019

Karmelo C. Iribarren

A VECES SUCEDE

Me senté

en la terraza.

El silencio

era absoluto.

Veía encenderse

y apagarse

las luces interiores

de las casas.

Un viento suave,

húmedo,

me acariciaba

el rostro...

Es el mundo

-me dije-,

y es un lugar

maravilloso.


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