NO BEBEREMOS DEL MISMO VASO
No beberemos del mismo vaso
ni agua, ni vino seco,
no nos besaremos por la mañana temprano,
ni miraremos el atardecer por la ventana.
Tú respiras con el sol, yo con la luna
pero estamos unidos en un mismo amor.
Está siempre conmigo mi tierno y fiel amigo,
contigo está tu alegre amiga,
pero comprendo el miedo de los ojos grises
y tú eres el culpable de mi duelo.
No intentamos prolongar nuestros breves encuentros.
Así cuidamos nuestra paz.
Sólo tu voz canta en mis poemas,
y en los tuyos sopla mi aliento.
Oh, hay una hoguera que no se atreve
ni el miedo ni el olvido a tocar...
¡Y si supieras cómo deseo ahora
tus secos, rosados labios!
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