La expulsión del paraíso
Tu lecho es el jardín de las deliciasencarnas en tu cuerpo a las tres gracias
con tus flores y frutas me acaricias
y de mi ser más íntimo me vacias.
Después cuando mis ramas quedan lacias
en otros ritos del placer me inicias:
con tus lenguas de fuego me suplicas
y somos el jardín de las desgracias.
Rodamos por oscuros precipicios
y oficiamos diabólicos oficios
en dormitorios de encendidas camas.
Y cuando huimos de esos maleficios
nos espera en la puerta de los vicios
un ser alado con un lirio en llamas.
en otros ritos del placer me inicias:
con tus lenguas de fuego me suplicas
y somos el jardín de las desgracias.
Rodamos por oscuros precipicios
y oficiamos diabólicos oficios
en dormitorios de encendidas camas.
Y cuando huimos de esos maleficios
nos espera en la puerta de los vicios
un ser alado con un lirio en llamas.
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