lunes, 30 de abril de 2018

Ángeles Mastretta



No se busca la felicidad, se encuentra. Aparece cuando menos la esperábamos y es huidiza, quebrantable, embaucadora. Como la luz de las mañanas, como el ruido del mar, como el amor desordenado, las hojas de los árboles o el azul de los volcanes.
Uno puede recontar sus momentos de felicidad, aunque no siempre pueda explicarlos y no a todos les resulten deseables. Quien se apasiona por el mar es feliz de sólo verlo, quien lo teme o le parece prescindible pasa frente a la orilla de su prodigio sin conmoverse. Quien juega a la lotería goza con el atisbo de un premio. Quien siente que su vida está signada por el azar vive jugando a la lotería y, entreverada con la diaria existencia, se va encontrando la felicidad.
A cualquier hora, como una gota de agua: en el aire o al fondo de un abismo.

(fragmento de la Conferencia "Mundo Luminoso",
Auditorio del Museo de la Cultura Maya, Chetumal, México, 29/04/11)









Celebration by Vladimir Kush

No hay comentarios:

Publicar un comentario