Si algún día vienes a mi vida,
tendré que explicarte que eres una diosa.
Que nadie tiene derecho a olvidarlo.
que nadie tiene permiso
para tratarte como otra cosa.
Te enseñarán a leer, a escribir.
Aprenderás a contar, a manejar los cubiertos,
a vestirte, a caminar,
pero todo deberás hacerlo
sin olvidar que eres una diosa única,
irrepetible, valiosa
y que sólo saber eso te hace libre.
No necesitas sino de ti, para aprenderlo,
pero yo te lo repetiré cada noche
para que no lo olvides,
porque quizás un día
un príncipe azul te quiera para él
y entonces tendrás que saber
que los príncipes azules no existen
y que las diosas no tienen dueño.
De Cómo aprendí a volar.
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