4.
La boca
Entre labio y labio
cuánta dulzura guarda
mi boca abierta al beso,
estuche en que los dientes
muerden vívidos frutos,
cuenca que se llena
de jugos intensos
de ágiles vinos
de agua fresca,
donde la lengua
leve serpiente de delicias
blandamente ondula,
y se anida el milagro
de la palabra.
14. El corazón
Dicen que es del tamaño
de mi puño cerrado.
Pequeño, entonces,
pero basta
para poner en marcha
todo esto.
Es un obrero
que trabaja bien,
aunque anhele el descanso,
y es un prisionero
que espera vagamente
escaparse.
Entre labio y labio
cuánta dulzura guarda
mi boca abierta al beso,
estuche en que los dientes
muerden vívidos frutos,
cuenca que se llena
de jugos intensos
de ágiles vinos
de agua fresca,
donde la lengua
leve serpiente de delicias
blandamente ondula,
y se anida el milagro
de la palabra.
14. El corazón
Dicen que es del tamaño
de mi puño cerrado.
Pequeño, entonces,
pero basta
para poner en marcha
todo esto.
Es un obrero
que trabaja bien,
aunque anhele el descanso,
y es un prisionero
que espera vagamente
escaparse.
Alaíde salió una mañana en la ciudad de Guatemala . Dicen
que, tal vez, fuera al mercado. Dicen que hacía frío esa mañana del 19
de diciembre de 1980. Se culpó al gobierno del general Fernando Romeo Lucas García de la desaparición.Dicen que murió al tercer día. Torturada. Tenía 67
años.
Lo cierto es que Alaíde es una desaparecida desde hace más de 30
años. Una más en tierra de violencias y dolores. Una más. Su
cuerpo no apareció en las fosas comunes.(http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/51020.html) |
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