The rules break like a thermometer,
quicksilver spills across the charted systems,
we’re out in a country that has no language
no laws, we’re chasing the raven and the wren
through gorges unexplored since dawn
whatever we do together is pure invention
the maps they gave us were out of date
by years… we’re driving through the desert
wondering if the water will hold out
the hallucinations turn to simple villages
the music on the radio comes clear—
neither Rosenkavalier nor Götterdämmerung
but a woman’s voice singing old songs
with new words, with a quiet bass, a flute
plucked and fingered by women outside the law.
De Twenty-one love poems
XIII
Las reglas
se rompen como un termómetro,
el mercurio se derrama sobre los sistemas gráficos,
estamos en un país que no tiene ni lengua
ni leyes, estamos persiguiendo al cuervo y al abadejo
a través de desfiladeros inexplorados desde la tarde
sea lo que sea que hagamos es pura invención
los mapas que nos dieron estaban desactualizados
desde hacía años… estamos manejando por el desierto
preguntándonos si el agua va a alcanzar
si las alucinaciones van a convertirse en simples pueblos
la música de la radio llega clara-
ni Rosenkavalier
ni Götterdämmerung
sino la voz de una mujer cantando viejas canciones
con nuevas palabras, con un suave bajo y una flauta
tocada por mujeres fuera de la ley.
De Veintiún poemas de amor
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