martes, 4 de agosto de 2015

Marissa de León

Daños colaterales
Tantas veces pensé que estaba en camino a mi Ítaca...
pero  atacó la bestia mi nave, a traición,
y a dentelladas
 desgarró mi piel y mi alma y mi corazón
y mi razón ...
Solo quedaron huesos y jirones .
Intenté unirlos uno a uno , uno tras otro ,
 uno a uno uno tras otro,
frágiles hilos ,
las partes no encajan , sobresalen aristas
y hay huecos por donde se cuela el viento.




No hay comentarios:

Publicar un comentario