sábado, 27 de abril de 2024

jueves, 25 de abril de 2024

Rainer Maria Rilke

SOLEDAD
La soledad es como la lluvia,
que sube del mar y avanza hacia la noche.
De llanuras lejanas y perdidas
sube hasta el cielo, que siempre la recoge.
Y sólo desde el cielo cae en la ciudad.

Es como una lluvia en horas indecisas
cuando todas las sendas apuntan hacia el día
y cuando los cuerpos, que no encontraron nada,
se apartan unos de otros, defraudados y tristes;
y cuando los seres que mutuamente se odian
deben dormir juntos en una misma cama.

Entonces la soledad se marcha con los ríos…

miércoles, 24 de abril de 2024

Shirley MacLaine

 

HAPPY BIRTHDAY , MS MAcLAINE












BIOGRAFÍA -SHIRLEY MAcLAINE













domingo, 21 de abril de 2024

Carmen Martín Gaite

Canción rota
Siempre que iba a cantar
algo se interponía
y a mí no me importaba,
¡había tanto tiempo!

Mi canción se quedaba en el alero,
confiada,
meciéndose en la espera
cuajada de horizontes.

Si alguna vez con mudo gesto
antiguo
acaricio las cuerdas,
el aire se retira
y el corazón me late nuevamente
con aquellos latidos turbulentos,
heraldos de mi canto.

¡Ay, mi canción truncada!
Yo nunca tenía prisa
y la dejaba siempre,
amor,
para después.



viernes, 19 de abril de 2024

Simone de Beauvoir

Besé sus ojos, sus labios, mi boca bajó a lo largo de su pecho y rozó el ombligo infantil, el bello animal, el sexo, donde su corazón latía a golpecitos; su olor, su calor me emborrachaban y sentí que mi vida me abandonaba, mi vieja vida con sus preocupaciones, sus fatigas, sus recuerdos gastados.



Simone De Beauvoir, painted portrait | Ardente avocate de l'… | Flickr

jueves, 18 de abril de 2024

Delfina Acosta

NO VI TU MAR...

No vi tu mar, apenas lo entreveo
en la delgada orilla de mi río.
No caminé, como si tú, Neruda,
por calles rectas en Valparaíso.
Mas si supieras, Pablo, cuántos versos
en que nombraste a Chile yo he leído.
De casa en casa recorrí tu pueblo
tocando las veredas de tus libros.
Alegre canto el tuyo porque trae
la lluvia primeriza del estío.
Juntaste con tu voz la voz del hombre
que haciéndose a la mar se ha redimido.
Le diste miel al fruto de la tierra.
Cargaste sobre el hombro los racimos
de las morenas uvas y llevaste
vendimia de dulzura a los caminos.
En tantas ocasiones celebraste
la simple excusa de sentirte vivo,
y por vivir mejor, te diste, ufano,
a compartir con todos rojo vino.
De tanta fama tuya, don Neruda,
de tanta majestad de ser sencillo,
me queda un sólo canto, un verso sólo,
hojeado sin cesar: el hombre mismo.



Las casas de Pablo Neruda en Chile: Isla Negra, La Sebastiana, La Chascona  – Pórtico
Isla negra

miércoles, 17 de abril de 2024

Federico García Lorca

ODA A SALVADOR DALÍ

Una rosa en el alto jardín que tú deseas.
Una rueda en la pura sintaxis del acero.
Desnuda la montaña de niebla impresionista.
Los grises oteando sus balaustradas últimas.

Los pintores modernos en sus blancos estudios,
cortan la flor aséptica de la raíz cuadrada.
En las aguas del Sena un ice-berg de mármol
enfría las ventanas y disipa las yedras.

El hombre pisa fuerte las calles enlosadas.
Los cristales esquivan la magia del reflejo.
El Gobierno ha cerrado las tiendas de perfume.
La máquina eterniza sus compases binarios.

Una ausencia de bosques, biombos y entrecejos
yerra por los tejados de las casas antiguas.
El aire pulimenta su prisma sobre el mar
y el horizonte sube como un gran acueducto.

Marineros que ignoran el vino y la penumbra,
decapitan sirenas en los mares de plomo.
La Noche, negra estatua de la prudencia, tiene
el espejo redondo de la luna en su mano.

Un deseo de formas y límites nos gana.
Viene el hombre que mira con el metro amarillo.
Venus es una blanca naturaleza muerta
y los coleccionistas de mariposas huyen.


Cadaqués, en el fiel del agua y la colina,
eleva escalinatas y oculta caracolas.
Las flautas de madera pacifican el aire.
Un viejo dios silvestre da frutas a los niños.

Sus pescadores duermen, sin ensueño, en la arena.
En alta mar les sirve de brújula una rosa.
El horizonte virgen de pañuelos heridos,
junta los grandes vidrios del pez y de la luna.

Una dura corona de blancos bergantines
ciñe frentes amargas y cabellos de arena.
Las sirenas convencen, pero no sugestionan,
y salen si mostramos un vaso de agua dulce.


¡Oh, Salvador Dalí, de voz aceitunada!
No elogio tu imperfecto pincel adolescente
ni tu color que ronda la color de tu tiempo,
pero alabo tus ansias de eterno limitado.

Alma higiénica, vives sobre mármoles nuevos.
Huyes la oscura selva de formas increíbles.
Tu fantasía llega donde llegan tus manos,
y gozas el soneto del mar en tu ventana.

El mundo tiene sordas penumbras y desorden,
en los primeros términos que el humano frecuenta.
Pero ya las estrellas ocultando paisajes,
señalan el esquema perfecto de sus órbitas.

La corriente del tiempo se remansa y ordena
en las formas numéricas de un siglo y otro siglo.
Y la Muerte vencida se refugia temblando
en el círculo estrecho del minuto presente.

Al coger tu paleta, con un tiro en un ala,
pides la luz que anima la copa del olivo.
Ancha luz de Minerva, constructora de andamios,
donde no cabe el sueño ni su flora inexacta.

Pides la luz antigua que se queda en la frente,
sin bajar a la boca ni al corazón del bosque.
Luz que temen las vides entrañables de Baco
y la fuerza sin orden que lleva el agua curva.

Haces bien en poner banderines de aviso,
en el límite oscuro que relumbra de noche.
Como pintor no quieres que te ablande la forma
el algodón cambiante de una nube imprevista.

El pez en la pecera y el pájaro en la jaula.
No quieres inventarlos en el mar o en el viento.
Estilizas o copias después de haber mirado,
con honestas pupilas sus cuerpecillos ágiles.

Amas una materia definida y exacta
donde el hongo no pueda poner su campamento.
Amas la arquitectura que construye en lo ausente
y admites la bandera como una simple broma.

Dice el compás de acero su corto verso elástico.
Desconocidas islas desmiente ya la esfera.
Dice la línea recta su vertical esfuerzo
y los sabios cristales cantan sus geometrías.

Pero también la rosa del jardín donde vives.
¡Siempre la rosa, siempre, norte y sur de nosotros!
Tranquila y concentrada como una estatua ciega,
ignorante de esfuerzos soterrados que causa.

Rosa pura que limpia de artificios y croquis
y nos abre las alas tenues de la sonrisa
(Mariposa clavada que medita su vuelo).
Rosa del equilibrio sin dolores buscados.
¡Siempre la rosa!


¡Oh, Salvador Dalí de voz aceitunada!
Digo lo que me dicen tu persona y tus cuadros.
No alabo tu imperfecto pincel adolescente,
pero canto la firme dirección de tus flechas.

Canto tu bello esfuerzo de luces catalanas,
tu amor a lo que tiene explicación posible.
Canto tu corazón astronómico y tierno,
de baraja francesa y sin ninguna herida.

Canto el ansia de estatua que persigues sin tregua,
el miedo a la emoción que te aguarda en la calle.
Canto la sirenita de la mar que te canta
montada en bicicleta de corales y conchas.

Pero ante todo canto un común pensamiento
que nos une en las horas oscuras y doradas.
No es el Arte la luz que nos ciega los ojos.
Es primero el amor, la amistad o la esgrima.

Es primero que el cuadro que paciente dibujas
el seno de Teresa, la de cutis insomne,
el apretado bucle de Matilde la ingrata,
nuestra amistad pintada como un juego de oca.

Huellas dactilográficas de sangre sobre el oro,
rayen el corazón de Cataluña eterna.
Estrellas como puños sin halcón te relumbren,
mientras que tu pintura y tu vida florecen.

No mires la clepsidra con alas membranosas,
ni la dura guadaña de las alegorías.
Viste y desnuda siempre tu pincel en el aire
frente a la mar poblada de barcos y marinos.



Dalí y Lorca, cartas de seducción | Cultura | EL PAÍS

martes, 16 de abril de 2024

José Ángel Buesa

CANCIÓN DEL ANDÉN 

Nadie vino a esperarme.
Yo me encogí de hombros y me eché a andar:
Soy un hombre de paso, simplemente;
soy simplemente un hombre que llega y que se va.

No conozco este pueblo,
este pequeño pueblo junto al mar:
Hoy, por primera vez, miro estas casas
con sus techos de tejas y sus muros de sal.

Pero sé que esta calle polvorienta
le da vuelta a un parque con bancos de metal,
y que frente a ese parque hay una iglesia,
y que junto a esa iglesia hay un rosal.

Yo conozco el chirrido de una verja oxidada,
y, entre tantos portales, reconozco un portal
—aquel portal de la baranda verde,
con un horcón rajado a la mitad—.

Y es que estoy en el pueblo de tus cartas de novia,
tu viejo pueblo tristemente igual,
aunque yo vine demasiado tarde,
y aunque tú ya no estás..

viernes, 12 de abril de 2024

Arthur Rimbaud

¡La hemos vuelto a hallar!...

¡La hemos vuelto a hallar!
¿Qué?, la Eternidad.
Es la mar mezclada
con el sol.

Alma mía eterna,
cumple tu promesa
pese a la noche solitaria
y al día en fuego.

Pues tú te desprendes
de los asuntos humanos,
¡De los simples impulsos!
Vuelas según..

Nunca la esperanza,
no hay oriente.
Ciencia y paciencia.
El suplicio es seguro.

Ya no hay mañana,
brasas de satén,
vuestro ardor
es el deber.

¡La hemos vuelto a hallar!
-¿Qué?- -La Eternidad.
Es la mar mezclada
con el sol.

jueves, 11 de abril de 2024

Manuel Altolaguirre

Contigo

No estás tan sola sin mí.
Mi soledad te acompaña.
Yo desterrado, tú ausente.
¿Quién de los dos tiene patria?

Nos une el cielo y el mar.
El pensamiento y las lágrimas.
Islas y nubes de olvido
A ti y a mí nos separan.

¿Mi luz aleja tu noche?
¿Tu noche apaga mis ansias?
¿Tu voz penetra en mi muerte?
¿Mi muerte se fue y te alcanza?

En mis labios los recuerdos.
En tus ojos la esperanza.
No estoy tan solo sin ti.
Tu soledad me acompaña.

miércoles, 10 de abril de 2024

Hilda Hilst

NO HABLEMOS
Y que las voluntades primeras
permanezcan
gigantes y sin forma
sin ningún camino
para el mundo de los hombres.


Balada de Alzira by Hilda Hilst | Goodreads

martes, 9 de abril de 2024

Julio Cortázar

"A veces no necesitamos que alguien nos arregle, a veces, solo necesitamos que alguien nos quiera, mientras nos arreglamos nosotros mismos." 


Se cumplen 35 años del fallecimiento de Julio Cortázar: repaso de su obra  literaria

lunes, 8 de abril de 2024

Alejandra Pizarnik


Vida, mi vida,
déjate caer, déjate doler, mi vida,
déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo,
de piedras verdes en la casa de la noche,
déjate caer y doler, mi vida.




Alejandra Pizarnik - A black and white photo of a young boy - PICRYL -  Public Domain Media Search Engine Public Domain Search

domingo, 7 de abril de 2024

Sophia de Mello Breyner Andresen

En Creta

Donde el Minotauro reina

Me bañé en el mar


Hay una rápida danza que se baila frente a un toro

En la antiquísima juventud del día


Ninguna droga me embriagó me escondió me protegió

Solo bebí retsina vertiendo en la tierra la parte que pertenece a los dioses


De Creta

Me adorné con flores y mastiqué el amargor vivo de las hierbas

Para totalmente despierta comulgar con la tierra

de Creta

Besé el suelo como Ulises

Anduve en la luz desnuda


Devastada estaba yo misma como la ciudad en ruinas

Que nadie reconstruyó

Pero en el sol de mis patios vacíos

La furia reina intacta

Y penetra conmigo en el interior del mar

Porque pertenezco a la estirpe de quienes se sumergen con los ojos abiertos

Y reconocen el abismo piedra a piedra anémona a anémona flor a flor

Y del mar de Creta por dentro es completamente azul

Ofrenda increíble de primordial alegría

Donde el sombrío Minotauro navega

Pinturas olas columnas llanuras

En Creta

Completamente despierta atravesé el día

Y anduve por el interior de los palacios rojos y vehementes

Palacios sucesivos y roncos

Donde se yergue la respiración de susurrada tiniebla

Y nos miran pupilas semiazules de penumbra y terror

Inmanentes al día:

Anduve por el palacio dual de enfrentamiento y combate

Donde el príncipe de los Lirios yergue sus gestos matinales


Ninguna droga me embriagó me escondió me protegió

El Dioniso que baila conmigo en la ola no se vende en ningún mercado negro

Sino que crece como flor de aquellos cuyo ser

Sin cesar se busca y se pierde se desune y se reúne

Y esta es la danza del ser


En Creta

Los muros de ladrillo de la ciudad minoica

Están hechos de barro amasado con algas

Y cuando me volví hacia atrás de mi sombra

Vi que era azul el sol que tocaba mi hombro


En Creta donde el Minotauro reina atravesé la ola

Con los ojos abiertos totalmente despierta

Sin drogas y sin filtro

Solo vino bebido frente a la solemnidad de las cosas:

Porque pertenezco a la estirpe de aquellos que recorren el laberinto

Sin perder jamás el hilo de lino de la palabra




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sábado, 6 de abril de 2024

Mary Oliver

LA HISTORIA DE CADA PERRO

Tengo una cama, la mía propia.

Es justo de mi tamaño

y a veces me gusta dormir solo

con mis ojos llenos de sueños.

Pero algunas veces los sueños son oscuros y violentos

y horribles

y me despierto y tengo miedo, aunque no sé por qué.

Pero ya no puedo dormir más

y las horas pasan demasiado lento.

Salto a la cama entonces donde la luz de la luna

brilla en tu rostro

y sé que pronto será mañana.

Todo el mundo necesita un lugar seguro.


viernes, 5 de abril de 2024

Henri Michaux

En compañía de los monstruos

 

Pronto se hizo evidente (desde mi adolescencia) que había nacido para vivir entre los monstruos.

Durante mucho tiempo fueron terribles, luego dejaron de ser terribles y tras una gran virulencia, poco a poco se atenuaron. Finalmente se volvieron inactivos y yo vivía serenamente entre ellos.

Era la época en que otros, aún insospechados, empezaban a formarse y un día se presentarían ante mí, activos y terribles (pues si debieran surgir para ser ociosos y estar atados, ¿quién piensa que alguna vez se mostrarían?), pero después de haber ennegrecido todo el horizonte, llegaban a atenuarse y yo vivía entre ellos con ánimo ecuánime y era una gran cosa, sobre todo habiendo amenazado con ser tan detestable, casi mortal.

Aquellos que a primera vista eran tan desmesurados, infectos, repugnantes, adquirían una delicadeza en el contorno tal que, a pesar de sus formas imposibles, uno casi los hubiera introducido en la naturaleza.

Esto lo causaba la edad. Sí. ¿Y cuál era el signo seguro de su estadio inofensivo? Muy sencillo. Ya no tenían ojos. Librados de los órganos de la detección, sus rostros, aunque monstruosos de forma, sus cabezas, sus cuerpos ahora ya no inquietaban más que los conos, esferas, cilindros o volúmenes que la naturaleza ofrece en sus peñascos, sus piedras y en muchos otros de sus dominios.

 

jueves, 4 de abril de 2024

Gata Cattana

Todo lo demás, no.

Que sí, que todo eso es verdad.

Que portamos estandartes incendiarios
y discursos agresivos
y consignas de venganza
que dicen
muy poco de nosotros,
y que a veces da miedo pensarlo,
que vamos por ahí
con el ceño fruncido
y de nada nos sirve.

Que increpamos
y discrepamos de todo
cuanto se conoce,
por más lógica matemática
que me cuentes,
por más sentido común
que me vendas,
que no se consigue nada
por esas sendas que auguramos
día tras día cuando la desidia
nos infla la panza.

Que no reconocemos
autoridad ninguna
y sembramos la polémica
y todo es política
y qué pesados os ponéis con eso
y Ana hija, qué poco sabes de la vida.

Todo eso es verdad.

Que no hemos trabajado
ni un sólo día.
Lo dices como si fuera el progreso.

Lo dices como si por eso
nuestra palabra valiera la mitad
y tuviéramos que demostrar que
somos dignos del pan que comemos.

Que en qué me baso,
que la vida es así y asao
y que lo que inventamos no tiene
ni pies ni cabeza,
que los libros son muy bonitos
pero son libros
y que Ana hija,
cuándo bajarás a la tierra.

Que te crees Don-Quijota
y vas por ahí combatiendo gigantes
cuando aquí fuera sólo quedan
las ruinas de Bankia.

Todo eso es verdad.

Porque cada vez son menos
los momentos de lucidez pero todavía
los tengo.
Y también tengo altos conocimientos
en geopolítica y me sé todo el cuento,
a ver si ahora os creéis que habéis descubierto América,
que donde manda capitán no manda marinero
y todo eso.

Somos jóvenes pero no somos idiotas.

Y puede que parezca un poco de idiota
este proyecto que me encomiendo,
lo de ir por ahí huesudamente,
paupérrimamente a lomos de Rocinante
combatiendo a magnates que son peor
que cien gigantes,
que mil gigantes,
de los de antes,
de los que molaban.

Estamos luchando contra un invisible.
Estamos luchando en cada flanco,
contra todos, contra nosotros mismos
porque todo es política y qué pesados os ponéis
con el temita.

Que cualquiera nos parece
un enemigo potencial
en un entorno hostil que
nos excluye,
nos ningunea la palabra
y nos aburre.
Nos aburre mucho,
eso es lo peor.

Y por eso arengamos paridas
y tenemos este humor tan hijoputa,
porque si no dime tu a mí
cómo se aguantan los veintitrés
en esta celda,
en esta España que rezuma desvergüenza,
cómo se aguantan los debates de primates,
del y tú más, pues tú más...
Si no es blasfemando en cada flanco,
en tanta medida como nos dejan,
porque muchas veces pienso cosas
que no puedo escribir
y tengo que reírme yo sola
y la gente se cree que estoy loca.

Una loca que se ríe de cosas
que está prohibido escribir.
Esa es la España que nos calza.

Por eso nos mofamos
ahora que podemos,
y nos declaramos insumisos,
y enarbolamos un
QUE SE JODAN
tan grande que ni les cabe,
y bailamos sobre tumbas,
y vivimos en pecado
según todos los credos,
y nos gusta lo prohibido
e incluso han conseguido
que nos guste lo que somos.

Niñatos soñadores
que inventan fórmulas definitivas,
que cantan todavía insaciables
a pesar de los momentos de lucidez,
a pesar de que luchamos contra un invisible
y la tarea nos quede, probablemente,
demasiado grande.

Algunos todavía no han desertado.
Algunos todavía creen en una idea.

(Todo lo demás es estar muerto.)



Gata Cattana, poetisa, musa y mártir – jenesaispop.com
Gata Cattana

miércoles, 3 de abril de 2024

Raymond Chandler


El sueño eterno (El Libro De Bolsillo - Bibliotecas De Autor - Biblioteca  Chandler) : Chandler, Raymond, Lopez Muñoz, Jose Luis: Amazon.es: Libros










EL SUEÑO ETERNO /THE BIG SLEEP    TRAILER


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Sylvia Plath

METÁFORAS           poesía de Sylvia Plath


METÁFORAS

Adivíname: nueve sílabas 

tengo, elefante, casa grande,
melón con sólo dos tentáculos.
¡Oh fruta, marfil, leño fino!
Dinero nuevo en este bolso.
Soy medio, escena, vaca grávida.
Comí muchas manzanas verdes.
Del tren en que voy nadie baja.-