jueves, 25 de febrero de 2021

José Cereijo

AUSENCIA

Tu ausencia me obliga a la lucidez, al ejercicio
implacable del autoconocimiento
o del autoengaño. Pero esa voz es como la del
viento, entre las paredes de una casa deshabitada:
Terriblemente fría.
Quisiera no saber nada de mí.
Y tenerte en mis brazos.


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