sábado, 5 de mayo de 2018

Carmen Maroto

Justo donde nunca estuviste,
en ese lugar donde nadie ha sabido
entrar para no volver,
ese punto entre la piel y el alma
ese ademán
ese gesto
esa esquina de mi cuerpo
que abarca los escalofríos,
ese lugar
donde el tránsito de la sangre
es más fluida.

Es el esqueleto y es la carne
es la precisión y lo improbable
es la página que no se quiere pasar
ese lugar
donde no hay poderes
ni reglas
ni nombre que se ajuste
a tanto.



De La saliva de los versos







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