sábado, 10 de enero de 2015

Zbigniew Herbert


CUANDO EL MUNDO SE DETIENE
Ocurre muy de vez en cuando. Chirría el eje de la tierra y este se para. Y entonces se para todo: tormentas, navíos y las nubes que pastaban en los valles. Todo. Incluso los caballos en los prados se quedan inmóviles como en una partida de ajedrez por jugar.

Y un instante después el mundo se pone de nuevo en movimiento. El océano traga y regurgita, los valles humean y los caballos pasan del campo negro al blanco. Se oye también un sonoro chasquido de aire contra aire.


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