sábado, 7 de enero de 2023

Concha Espina



¡Todo está dicho ya!… ¡Qué tarde llego!…
Por los hondos caminos de la vida
pasaron vagabundos los poetas
rodando sus cantigas:
cantaron los amores, los olvidos,
anhelos y perfidias,
perdones y venganzas,
zozobras y alegrías.

Siglos y siglos, por el ancho mundo
la canción peregrina
sube a los montes, baja a los collados,
en los bosques suspira;
cruza mares y ríos, llora y muge
en vientos y celliscas;
se queja en el jardín abandonado,
en las flores marchitas,
en las cosas humildes, en las tumbas,
en las almas sombrías.

Todo el mundo es querella, todo es himno,
todo el mundo es sollozo y poesía…
Y yo vengo detrás de ese torrente
que al universo encinta,
con una canción nueva entre los labios
sin poder balbucirla:
porque ya no hay palabras, no hay imágenes
ni estrofas y armonías,
que no rueden al valle penumbroso,
y suban a las cimas,
y salven los abismos,
colmando las medidas
de las voces humanas
y los sagrados sones de las liras…
¡En este mundo lleno de canciones
ya no cabe la mía!
Loca y muda la llevo entre los labios
sin poder balbucirla…


Concha Espina, la autora que acarició el Nobel de Literatura | Cultura | EL  PAÍS
Concha Espina, escritora española

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