domingo, 1 de diciembre de 2019

Anna Ajmatova

EN UN ESPEJO ROTO 
Palabras irreparables escuché
aquella tarde estrellada
y mi cabeza giró
en un abismo de fuego.
Un desastre crujía tras la puerta,
y el negro jardín aullaba como un buho,
y en esa antigua hora la ciudad,
era Troya mortalmente indefensa.
La insoportable claridad de aquella hora
parecía gritar hasta las lágrimas,
y no me diste el regalo
que traías de tan lejos para mí.
pensabas seguramente que sería
un juego ocioso en esa tarde feroz.
pero en mi incomprensible destino
era el lento veneno precursor
de todas mis desgracias.
!No lo recordemos!
En esa esquina solloza todavía
la cita que nunca se dió.






 

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