miércoles, 6 de noviembre de 2019

Begoña Abad

Ni aún así

Ni aunque hubiera sabido que al paso de los años

me venderías  por treinta monedas, me negarías tres veces,

te hubiera podado las ramas, ni tapiado la boca, ni estrechado el espacio.

Ni aun hoy, sabiendo lo que sé, alzaría la mano para detenerte,

no  daría un paso atrás como no fuera para dejarte hueco.

Pero no tiene mérito alguno,

respirar  y latir son actos involuntarios, pero son los que dan la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario