jueves, 3 de noviembre de 2016

Felix Grande

Mi oferta de alegría 

Contempla todo esto, mujer de tu hombre.
Pongo a tus pies mi oferta de alegría,
lo que me queda por vivir, el arrepentimiento
agusanado, la gratitud florida. Tenme.

Pongo a tus pies lo que me queda.
Siempre fuimos más jóvenes que hoy:
nunca tan juntos. Nunca tan destino.
Éste era el premio. Y aquí está. Y ahora:
precisamente, arrugamente ahora.

Nuestra vida reunida, cauterizada, entera: mírala.
Mírale la carita a la palabra Ahora:
cinco letras omnipotentes.

...Yérguete de la silla. Apóyate en mi brazo.
Ponte guapa, que estamos convidados
a una pizca de tiempo inmenso.







 Media noche en París:

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