jueves, 19 de mayo de 2016

Amalia Bautista









DÉJATE
Déjate seducir por sus mordiscos,
siente en tu piel los pétalos de rosa
que saben ser sus labios cuando quiere
Escucha su llamada y sus silencio,
entrégate a sus gestos o a su ausencia
de gestos, y derrítete si puedes,
sin pudor, sin reparos ni vergüenza,
ante su invitación o ante la tuya.
Quema las normas de comportamiento,
despedaza la buena educación,
destroza las costumbres, rehabilita
por una noche al menos la locura.
Y un último detalle imprescindible
para que todo salga en condiciones:
procura que no sea tu marido.


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