domingo, 10 de mayo de 2015

Ted Hughes(Gran Bretaña)

CANCIÓN DE AMOR

Él y ella se amaban

Los besos de él le succionaban todo su pasado y su futuro o eso intentaban al menos
Ella era lo único que a él le apetecía
Ella lo mordía lo roía lo chupaba
Quería tenerlo entero dentro de sí
Sano y salvo para siempre
Los pequeños gritos de ambos revoloteaban entre las cortinas

Ella lo escrutaba procurando que nada se le escapase
Clavándole con sus miradas las manos las muñecas los codos
Él la asía con fuerza para evitar que la vida
Pudiese arrastrarla desde aquel instante
Quería que el futuro cesase de golpe
Quería desmoronarse abrazado a ella
Precipitarse desde el borde de aquel instante en la nada
En la eternidad o en lo que hubiese
El abrazo de ella era una inmensa prensa
Con la que lo imprimía en sus huesos
Las sonrisas de él eran los desvanes de un palacio de fábula
Adonde el mundo real jamás llegaría
Las de ella eran picaduras de araña
Y él aguardaba inmóvil acostado a que ella tuviese hambre
Las palabras de él eran ejércitos de ocupación
Las risas de ella intentos de asesinato
Las miradas de él eran balas dagas vengativas
Las de ella fantasmas agazapados en la esquina con horribles secretos
Los murmullos de él eran látigos y botas de montar
Los besos de ella abogados escribiendo constantemente
Las caricias de él eran los últimos anzuelos de un náufrago
Las artimañas amorosas de ella el chirrido de unos cerrojos
Y los profundos gemidos de ambos se arrastraban por el suelo
Como un animal acarreando un enorme cepo

Las promesas de él eran un separador quirúrgico
Las de ella le quitaban la tapa de los sesos
Con la que anhelaba forjarse un broche
Él con sus votos le arrancó los tendones
Para enseñarle a hacer un nudo de amor
Ella con los suyos le arrancó los ojos para conservarlos en formol
En el fondo de su cajón secreto
Los chillidos de ambos se clavaron en la pared

Mientras dormían sus cabezas se quebraron como las dos mitades
De un melón partido, pero el amor es algo imposible de parar

En sus sueños entretejidos intercambiaron brazos y piernas
Sus cerebros se tomaron mutuamente como rehén

Al amanecer cada uno lucía el rostro del otro.
Sylvia Plath & Ted Hughes Sylvia “interrupted in a spat,” Chalot Square, London, July 25, 1960. Photographed by Hans Beacham
Ted Hughes y Sylvia Plath

Lovesong


He loved her and she loved him
His kisses sucked out her whole past and future or tried to
He had no other appetite
She bit him she gnawed him she sucked
She wanted him complete inside her
Safe and sure forever and ever
Their little cries fluttered into the curtains

Her eyes wanted nothing to get away
Her looks nailed down his hands his wrists his elbows
He gripped her hard so that life
Should not drag her from that moment
He wanted all future to cease
He wanted to topple with his arms round her
Off that moment’s brink and into nothing
Or everlasting or whatever there was
Her embrace was an immense press
To print him into her bones
His smiles were the garrets of a fairy palace
Where the real world would never come
Her smiles were spider bites
So he would lie still till she felt hungry
His words were occupying armies
Her laughs were an assassin’s attempts
His looks were bullets daggers of revenge
Her glances were ghosts in the corner with horrible secrets
His whispers were whips and jackboots
Her kisses were lawyers steadily writing
His caresses were the last hooks of a castaway
Her love-trick were the grinding of locks
And their deep cries crawled over the floors
Like an animal dragging a great trap.

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